Bitácora del viajero del viento

martes, febrero 27, 2007

Mis primeras vacaciones: Miami

Después de varios días sin superar los -11 grados, y con Gaby ya en Miami después de su visita a Chicago, no veía la hora de montarme en el avión para llegar al calorcito de Florida.
La ley de Murphy hizo que precisamente el día que volaba me pusieran una reunión en Minneapolis. Tuve que coger un avión a primera hora y, con un compañero de trabajo, asistir a dicha reunión. Llegamos a Minneapolis con la agradable temperatura de -22 grados. Típicos retrasos de aeropuerto nos hicieron llegar tarde a la reunión. Al final me tuvieron que llevar al aeropuerto a toda prisa para estar en Chicago a tiempo de coger el vuelo a Miami. Con las prisas, me dejé la cartera en el coche que mi compañero había alquilado. Bravo Alberto, a intentar coger dos vuelos con sólo el DNI, iba sin dinero, sin tarjetas de crédito,.... Pero fue suficiente. Ese vuelo fue increíble debido a la ola de frío que estaba azotando la región. El aeropuerto, una pista de hielo, pero lo más impresionante fue ver el lago Michigan congelado desde el aire. Llegué a Chicago, hice unas llamadas para resolver el tema de la cartera, y me dispuse a volar a Miami.


El aeropuerto de Minneapolis era una pista de hielo.



Esto que veis es la bocana de uno de los puertos de Chicago que dan al lago. El puerto congelado, la costa congelada, un poquito de agua líquida... y el lago Michigan congelado. Impresionante.




Aterricé en Miami a las 10 de la noche, tras 3 horitas de vuelo. De -17C a +24C, genial.
Gaby y su prima Steph me vinieron a recoger, enseguida llegamos a casa de los tíos de Gaby donde su tía Annie tenia preparada la cena. Yo estaba muerto de hambre después de no haber tenido tiempo de comer y de no tener un chavo.
El jueves amaneció un día radiante. Estuve ayudando a Gaby con todas las cajas que tenía en Miami de su época en los USA y que quería enviar a Quito y, por la tarde, nos fuimos a ver el Fairchild Garden. Había una exposición de un artista de Seattle que hace esculturas de vidrio y estaban desperdigadas por todos los rincones del parque botánico que era espectacular. Steph nos consiguió pases especiales y disfrutamos viendo plantas tropicales de todos los tipos.




Aquí se ve el jardín botánico con sus palmeras, etc... y las esculturas de vidrio.






Esculturas de vidrio con formas vegetales entre especies tropicales.






El viernes tocó excursión a los Everglades. Me moría por ver caimanes y nos hartamos de ver lagartos, aves, tortugas y todo tipo de bichos. El clima acompañó y estábamos cerca de los 30 grados con un sol radiante. Decidimos alquilar una canoa y remar por el parque nacional para ver los cocodrilos de cerca. Justo cuando estábamos a punto de devolver la canoa, vimos a unos señores gritándonos: left left!, y resulta que a un metro de la canoa había un bicharraco que si llega a abrir la boca podía usar el remo de palillo de dientes. Es curioso que yo iba alucinando con todos los bichos que podiamos encontrarnos (esto en Espana no pasa) y en cambio Gaby, acostumbrada a la naturaleza de Ecuador, estaba tan normal, como si los animales le dieran igual.




Aqui se ve a Gaby con un cocodrilo que esperemos que no tenga mucha hambre.




Unos cuantos amigos tomando el sol.




Momento aventura en la canoa.



El sábado por la mañana nos fuimos Steph, Gaby y yo a pasear por el mercado de Coral Gables. Coral Gables es donde viven los tíos de Gaby. Está al sur de Miami, muy cerquita del aeropuerto y es una zona preciosa, llena de mansiones con grandes jardines, un campo de golf, un hotel antiguo, y muy muy tranquilo.
Nos tomamos un café con pastas en el mercado con unos amigos de Steph. La temperatura seguía siendo increíble y el sol picaba desde la mañana. De ahí nos juntamos con la tía de Gaby (Annie) y nos fuimos a hacer turismo por la ciudad. Primero pasamos por Coconut Grove y después fuimos a Key Biscayne (Cayo Vizcaíno) que me encantó. Barrios residenciales con casas de ensueño, puentes, playas maravillosas. Paramos en una playa y me pude dar un chapuzón, el agua estaba tibia (mes de febrero, océano atlántico) además de limpia (cristalina).




Viva el trópico. Dos días antes estaba a -22!.



Gaby con su tia y con su prima que me trataron fenomenal.



De Key Biscayne fuimos a South Beach. En el camino pudimos ver Miami Downtown o Midtown que no tenía nada que ver con Chicago downtown. Estaba todo en construcción. Una vez en South Beach, nos dimos una vuelta por una calle comercial llamada Lincoln Road. Comimos, conversamos, nos reímos mucho y se nos hizo la hora de volver a casa. De ahí nos fuimos todos a cenar Sushi. Fuimos a un sitio que tenían un sushi excelente. Fue increíble ver como el tío de Gaby (Uncle Rick) hablaba en japonés con la camarera y con el dueño del restaurante (vivió algunos años en Japon…).



Downtown Miami.



Atardecer.



Y el domingo fue casi todo despedida. Un desayuno de ensueño, y a hacer maletas. Nos llevaron a Gaby y a mí al aeropuerto y allí nos despedimos.
Como podéis comprobar, lo he pasado muy bien en Miami. Tengo que agradecer la hospitalidad de los tios de Gaby que me trataron de forma excelente. Espero tener oportunidades de escaparme del trabajo y de Chicago más a menudo… tengo todo un continente por descubrir!




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