Bitácora del viajero del viento

miércoles, abril 12, 2006

Fin de semana en Washington DC

La semana después de mi cumple, la he pasado en Chicago. Por fin he empezado con los temas que me van a ocupar durante los próximos años, y la verdad es que tienen buena pinta. He podido convivir con mis compañeros de trabajo, que han resultado ser muy simpáticos y que me han sacado por ahí a cenar.
El fin de semana me negaba a pasarlo sólo en el hotel y por eso planeé una visita a Iñaki y Ayatima. Me hacía muchísima ilusión verles y salir por primera vez a hacer turismo por los Estados Unidos, ya que lo único que había visto era Chicago y algunos pueblos perdidos del estado de Illinois donde estamos planeando hacer un parque eólico.
Este fin de semana no era el idóneo para ver Washington DC ya que se celebraba la fiesta primaveral del Cherry Blossom o florecimiento de los cerezos. Los parques donde se encuentran la mayoría de los monumentos de Washington, los llamados Memorials o monumentos conmemorativos, se encuentran llenos de cerezos que florecen todos a la vez. Miles de personas acuden a pasear entre los cerezos en flor y aquello acaba llenísimo de gente con los consecuentes empujones, atascos y fotos invadidas.

Memorial Jefferson
Se pueden ver los cerezos en flor a la orilla del lago

El viernes llegué tardísimo al aeropuerto Ronald Reagan, y allí estaban los dos esperando con su cámara nueva haciendo fotos como locos. Fue llegar a casa de Iñaki y encontrar un pedacito de España en Alexandria, estado de Virginia. Televisión Española Internacional me puso al corriente de la que había liado nuestro amigo José Luis Torrente y sus secuaces en Marbella. ¡Menudo pollo!
Dormí plácidamente en el sofá-futón-camadematrimonio que tienen Iñaki y Ayatima para sus huéspedes. Al día siguiente, tras skypear un rato con Aritz y Amaya, nos fuimos al “Mall” un enorme parque Boulevard que une el Capitolio con el Obelisco.

Capitolio
El capitolio de fondo para que nadie piense que es San Francisco


Allí se pueden encontrar varios museos pertenecientes a la Institución Smithsonian. Entramos al museo del Aire y del Espacio y eso era precisamente lo que no había, aire y espacio, porque en cada hueco del museo habían metido un avión, un satélite, un misil o un vehículo espacial. Me hice una foto con el verdadero Apolo XI y toque un trozo de roca lunar.

Apolo XI
Este CACHARRO realmente estuvo en la luna (¿seguro?)


Después de un buen rato en el museo nos entró el apetito y nos fuimos a comer marranadas a la antigua Post Office. Iñaki y yo comimos un menú chino para llevar, y Ayatima una fajita mejicana.
Con el estómago lleno nos dimos un paseo para llegar hasta la White House, donde vive nuestro amigo Jorge Arbusto con sus ardillas. Me pareció un poco decepcionante, como si fuera algo pequeña, pero puede ser que tuviera la escala algo distorsionada en una ciudad donde todo es grande, extenso y amplio.

Casa Blanca
La Casa Blanca y su ardilla


De ahí nos fuimos a pasear por Georgetown (sí, ahí esta la universidad donde Aznar y su bigote imparten clases de política, Dios los cría y ellos se juntan, solo falta Blair dando clases de pronunciación). Georgetown es una de las zonas animadas de la ciudad (es decir, hay gente en la calle), hay un paseo al lado del río Potomac con terracitas, se estaba a gusto.
En Georgetown se nos hizo la hora de cenar y volvimos al centro. Habíamos quedado con Daniela, la hermana de Gaby que vive en Washington y que yo no conocía. Fuimos a cenar al restaurante Jaleo, de José Andrés y nos tomamos unas tapitas estupendas.

Jaleo
Aquí con cualquier cosita, todo el mundo contento. Arguiñano en Zarautz se lo tiene que currar más


Llegó la hora de salir de marcha y la zona elegida fue Morgan Adams. Entramos en un sitio que se llamaba Cuba Café donde solo se oía español. Musica latina, muy buen ambiente y unos mojitos buenísimos. Enseguida se nos hizo tarde y tuvimos que salir pitando porque esa noche cambiaba la hora y no podíamos arriesgarnos a perder el último metro.

Cuba Café
Con la hermana de Gaby tomando mojitos. Aquello no parecía Estados Unidos


Nos levantamos tarde al día siguiente, a excepción de Iñaki, que tuvo que madrugar porque tenía partido de fútbol al punto de la mañana, y nos fuimos de nuevo al “Mall”.

Obelisco
En cuanto a monumentos, los gringos nos llegan por aquí.


Durante todo el día estuvimos andando y viendo los distintos Memorials: el Obelisco, el de la IIª Guerra Mundial, el de Jefferson, el de la Guerra de Korea, el de Roosevelt, el de Lincoln,... Estaba todo llenísimo de gente y de flores, un día radiante (¡Nos tuvimos que echar crema para no quemarnos!). Merece la pena un buen paseo por todos estos monumentos (¡Y con los árboles floridos estaba espectacular!).

Lincoln
El presidente Lincoln tenía cara de loco.


Por la noche nos fuimos a Alexandria y paseamos por el puerto. También tenía terracitas y mucho ambiente, aunque llegamos algo tarde. Cenamos en un Tailandés, una comida algo más sana que las hamburguesas que comimos en Chicago, y rematamos la cena con un cafecito de Starbucks.
De vuelta a casa en el super Mazda de Iñaki y Ayatima, con techo solar y sin tapacubos.

Mazda
Qué raro se ve el coche de Iñaki con un Cadillac al lado ¿Qué preferís, Japón o USA?


Ha sido la primera reunión del comando Yankee, que tiene un prometedor futuro. La presidenta de esta facción es Dña. Ayatima Hernández, Iñaki es el secretario primero y yo soy el becario de honor.
Os aconsejo a todos que vengáis y os dejéis agasajar por esta encantadora parejilla. Yo tengo que agradecerles muchísimo porque me han tratado como a un príncipe de Bekelaer.

Casa
Aquí posan los dos delante de donde viven.


No me puedo despedir sin comentar que la banda sonora del fin de semana fueron los argentinos Miranda (Quiero ser tu profesooooooooorr...) Iñaki, por favor, un post en tu blog sobre Miranda.
¡La próxima vez espero que sea en Chicago!

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